«Desde
El proceso de Kafka ninguna obra
fantástica ha alcanzado el horror lógico de 1984»
Esta
es la crítica que ha hecho Arthur Koestler a una de las más increíbles novelas
de George Orwell. 1984 es una novela
ambientada en un Londres lúgubre, el cual está siendo asfixiado por la Policía
del Pensamiento. El protagonista Winston Smith, muestra un perverso sistema que
lo controla todo, incluyendo el pensamiento. Smith es un peón de este ajedrez
perverso, su trabajo consiste en cambiar los hechos pasados a favor del Partido
y sus intereses, hasta que él decide replantear y cuestionar al sistema que los
gobierna y somete.
Cada ciudadano está determinado a seguir
las leyes y doctrinas de un Partido supremo
el cual se lo conoce como «El Gran Hermano». El Partido incluso determina los sucesos
que considera verídicos y el gobierno busca que sus ciudadanos no contradigan a
lo que el Gran Hermano determina como “la auténtica verdad”.
En una sociedad caóticamente parecida a
la nuestra, 1984, muestra los horrores
del totalitarismo. La nuevalengua era
el idioma oficial de Oceanía y debía convertirse en el único medio de
comunicación, fue creado con el fin de satisfacer el Socing (socialismo
inglés). Sin embargo en 1984 nadie utilizó este lenguaje como el único medio de
transmitir mensajes, ni orales ni escritos. En dicho año, estaba encarnada la
novena y décima edición del Diccionario
de la nuevalengua, sin embargo tenía palabras superfluas y otras que
carecían de sentido y debían ser eliminadas más tarde.
George Orwell, cuyo nombre real era Eric
Arthur Balir, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari, India. Fue una de las
mentes más lúcidas del siglo XX:
fue estudiante en Eton, fue parte de la Policía Imperial Británica en Birmania,
fue lavaplatos en París y librero en Londres. Además miliciano del POUM y
corresponsal de la BBC. Era editor literario y columnista. 1984 fue el último libro que
escribió Orwell. Tras su aparición en 1949, había ya publicado otros doce,
entre ellos el aclamado Rebelión en la
granja. Sus palabras se lanzaron contra regímenes absolutistas de la época,
como el Tercer Reich alemán, la Rusia estalinista, la Italia fascista y la
China comunista.
Hablar de una forma de un gobierno
totalitarista no es para nada ajeno, aún más es increíble el hecho de como las administraciones
nos venden su idea a través de slogans, el caso del Hermano Mayor no es una
excepción, ya que bajo su lema:
LA
GUERRA ES LA PAZ
LA
LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA
IGNORANCIA ES LA FUERZA
los
individuos se mantienen al margen y atribuyen todo lo bueno al Partido.
Otras novelas junto a 1984, tales como: Un mundo
feliz de Aldous Huxley, Fahrenheit
451 de Ray Bradbury, la Naranja
mecánica de Anthony Burgess y El fugitivo de Stephen King, manejan una
temática en la cual demuestran los horrores de un poder absoluto e
incuestionable que busca que los pueblos se sometan a él.
Sin lugar a dudas, la temática que emplea 1984 es difícilmente superable, pues la
maestría de Orwell, lo ha hecho el creador de novelas de lectura
imprescindible.
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