domingo, 13 de septiembre de 2020

"Spider" y la renovación de la novela negra en Ecuador

Los seres humanos estamos varados a las costas de una infinita pregunta: ¿para qué contar historias? Hay quienes sostienen que el trabajo del narrador es un noble oficio entregado a la búsqueda de cierto conocimiento. Así se explicaron las historias y los mitos escritos por los poetas clásicos que perviven aún en nuestros días y que son un vestigio de las leyes y las verdades que rigieron el universo de otro tiempo. Así se explican las leyendas bíblicas que trataban de ser evidencia del milagro, prueba irrefutable de que dios estaba siempre entre sus fieles y el peligro. Hay quienes dicen que narramos para educar: para recordarnos los errores del pasado o para poner sobre la mesa antiguas moralejas que nos harán más afortunados en los pasajes y callejones de la vida. Así se explica la larga supervivencia de nuestras leyendas o el éxito que tuvieron los volúmenes recopilados por los hermanos Grimm, por ejemplo, donde se repetían historias y enseñanzas de folclores antiguos. Yo me niego a creer que una historia, necesariamente, debe tener alguno de estos fines. 




Quizás, a los seres humanos nos fue dado el don del sueño y la imaginación para que hiciéramos con ellos un mundo nuevo. Ninguna ciencia ni crítica literaria puede entender las verdades que caben en la cabeza de un niño que corre bajo el sol o entender los universos que le son negados al insomne. No se equivocaba Borges cuando afirmaba que la literatura es «un sueño dirigido» y no se equivocan aquellos que persiguen la tarea interminable de dominar esos sueños, esos asombros, esos secretos, esos misterios, con la humilde herramienta de la palabra.

Pero también nos ha sido dada la pesadilla. El miedo y la supervivencia son tan constituyentes del ser humano como la necesidad de conocer, como el hambre, como el amor o la duda. La pesadilla es un recordatorio de la debilidad, un recordatorio de que estamos pisando tierras pantanosas y que somos diminutos, vulnerables, que nunca dejamos de estar en la intemperie y que nunca dejamos de escuchar como tocan a nuestra puerta los espectros del peligro. Diego Montalvo pertenece a un grupo de escritores que ve en la literatura el oficio necesario –y quizás la única herramienta– para contener a las pesadillas.

Montalvo transita un terreno cenagoso, pero deslumbrante. Recuerdo que uno de los primeros libros que atrapó mi espíritu y lo condujo hacia la feliz prisión de la lectura fue la novela «El corazón de las tinieblas» de Joseph Conrad. Desde entonces, pocas cosas he encontrado que logren reflejar, con tanta precisión y maestría los espíritus y las luchas humanas que nos atacan cuando llega el paso inevitable de la juventud a la adultez: el deseo de sobrevivir, el horror de la locura y la violencia, la gangrena que se apodera de las almas abandonadas. Montalvo busca formar, con el barro de las palabras, un monumento a estas verdades que nos definen y nos marcan, pero sobre todo, que nos recuerdan que existe aquello llamado asombro, aquello llamado fascinación.

Guiado por enormes maestros como Hoffman, Maupassant, Conan Doyle o Dickens –rastreables, de cierta forma, en su escritura– nos abre las puertas hacia un asombroso desierto donde el único sol es el horror y la única luna es la pesadilla. Pero allí, en este territorio de desolación, se alzan los más luminosos valores humanos, encarnados –a la más clara usanza de las grandes novelas del género– en una detective: la valentía, la lealtad, el milagro de la justicia, la memoria, el deseo de vivir. La pesadilla se vence cuando el horror choca con el coraje, cuando apretamos los dientes y rogamos, rogamos en nuestro interior, que el desaventajado protagonista encuentre una salida, una salvación, resuelva un misterio. La imaginación es quién nos conduce a este abismo.

A Diego Montalvo le importa la imaginación, que es el alma de la ficción, la imaginación que es, quizás, el único dios capaz de hacer que nuestro corazón palpite de triunfo o de terror en el pecho de otro. Aplaudo y agradezco que exista en este país, en estos tiempos, un escritor que tome la tarea de contar con el fin el más noble: darnos la oportunidad de imaginar. Quizás ahí está una respuesta a aquella infanta pregunta. Narramos porque siempre habrán lectores o escuchas que dejarán de lado el día y la noche para seguir, paso a paso, los fracasos y los aciertos de un personaje enfrentado a la inmensidad del peligro. Porque siempre habrá lectores que se reconozcan en esos héroes débiles pero porfiados. Porque siempre hay en algún rincón, en alguna casa, en alguna habitación, un espíritu que transita en otras calles, en otros tiempos, en otras pesadillas, y se deja cubrir por la espuma de la lectura, que es, al final de todo, la forma más perfecta del asombro. Por eso narrar: porque pasarán las décadas y seguiremos buscando un rincón en la casa, un recodo en nuestros años, un descanso en nuestra luz, para estremecernos, para temer o vencer, para imaginar.

Me alegra saber que la literatura de horror y la novela negra, en Ecuador, con Diego Montalvo, empiezan a tener un lugar seguro. Y que hay, en este país, un escritor entregado a la valentía de prometer largas madrugadas, largas noches de asombro. Ahora él tiene una responsabilidad con sus lectores: ellos seguirán pidiendo más del agua necesaria que es una buena, estremecedora historia, como la que tenemos delante.


Texto tomado de:

https://www.elangeleditor.com/noticias/presentacion-del-libro-spider-de-diego-





jueves, 10 de septiembre de 2020

Diego Montalvo, terror, suspenso, gritos y tolerancia.





Diego  Montalvo nació el 17 de Junio de 1995. Es un periodista graduado en la Universidad de Las Américas (UDLA) y novelista  ecuatoriano. 

Actualmente vive en su ciudad natal Quito. Es un escritor de terror y suspense. Empezó a manejarse en el campo literario desde los doce años. En sus novelas y relatos cortos expone todo aquello que atormentan a las personas, como los fantasmas, los vampiros y toda clase de manifestaciones sobrenaturales. 

Montalvo ha participado en varias entrevistas en radios e importantes canales de televisión del país.

Los jóvenes y niños son esenciales en sus obras 
-los mismos que aparecen en ciertas ocasiones como personajes principales-. Su destacado libro Suspenso en Letras (2012) le han puesto en un nivel bastante influyente en su país. Diego busca destruir barreras en todos las aspectos tales como: las sociales, la autocensura, los atentados contra la libertad de expresión que, en su opinión, han afectado gravemente a la literatura. Afirma que la narrativa latinoamericana posee una cierta belleza incomparable, pero que a veces ésta está en decadencia. Sus historias por lo regular se desarrollan en países como: México, Estados Unidos, Japón e Inglaterra. Es un joven intelectual, el cual posee un numeroso grupo de lectores. Su lucha incansable es de fomentar a la lectura en la juventud y animarles a que expresen lo que sienten mediante varios tipos de expresión como la escritura, el periodismo o cualquier otro medio artístico.

Fue un destacado reportero de la revista Leo a cargo de la Cámara Ecuatoriana del Libro y fue colaborador de la revista Casa Palabras de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Es el creador del Taller Cultural "Plumas Juveniles" que se llevó a cabo en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Además de columnista de opinión del diario La República. Es Miembro de la Sección Académica de Literatura de la Casa de la Cultura (nombrado por el escritor Raúl Pérez Torres, además de ser Miembro Activo de la Sociedad Bolivariana del Ecuador.   

Diego posee una lista de miedos como a los lugares cerrados, húmedos, incluso a ciertos insectos... Pero su peor temor es perder las esperanzas por la nueva comunidad juvenil , ya que esta generación posee muchos talentos para ofrecer en el mundo moderno.              


viernes, 15 de enero de 2016

Reseña Histórica de la Fundación de la Sociedad Bolivariana del Ecuador



      La Sociedad Bolivariana del Ecuador fue fundada en la ciudad de Quito el 10 de agosto de 1926. Propugna el conocimiento de la vida y la obra del Libertador Simón Bolívar; mantiene el culto y exaltación de los principios que inspiraron la emancipación de los pueblos de América; aspira a que la forma de gobierno del estado ecuatoriano sea siempre republicana y democrática, así como también al entendimiento y comprensión entre las naciones y pueblos, particularmente de aquellos de origen bolivariano, sobre las bases de libertad, justicia y fraternidad, sustentadas por Bolívar y los Héroes de la gesta libertaria y se integra con las filiales de las capitales provinciales del Ecuador.
     El día 6 de agosto de 1926, convocados especialmente por la Academia Nacional de Historia, reuniéronse en el Ministerio de Relaciones Exteriores muchos personajes de nuestra ciudad, y acordaron fundar una sociedad, que tiene por objeto contribuir, al mejor conocimiento de la múltiple figura del Libertador Simón Bolívar, exaltar su memoria en las Repúblicas que él fundó y en los otros países civilizados del mundo, y dilatar la idea de acercamiento entre las naciones de origen hispánico, sobre la base de confraternidad y de justicia, en el anhelo de verlo prácticamente realizado algún día.
     Días después, en una más amplia reunión, celebrada en el salón máximo de la Universidad Central, fue elegido el primer Directorio, siendo su Presidente, el señor don CARLOS IBARRA. Este caballero fue el ciudadano filántropo, que donó la casa sede, donde hasta hoy reside la Sociedad.
     La primera gran obra de la Sociedad Bolivariana del Ecuador, fue la erección del monumento al Libertador, uno de los más; bellos del mundo, que se mantiene en el Parque de la Alameda de Quito. Este monumento fue inaugurado el 24 de julio de 1935, con la presencia del señor Presidente de la República, Dr. José María Velasco Ibarra y altas autoridades, siendo Presidente de la Sociedad el Dr. Luis Felipe Borja.
     Mediante Acuerdo Ministerial No. 924, de 23 de febrero de 1976, el Ministerio de Educación y Cultura concedió personalidad jurídica a la Sociedad Bolivariana del Ecuador. Por su parte, los miembros de la Sociedad, discutieron y aprobaron el proyecto de reforma del Estatuto en la Asamblea realizada el 15 de mayo de 2014, que una vez presentado a conocimiento y aprobación del Ministerio de Cultura y Patrimonio, fue efectivamente aprobado, según Acuerdo No. DM-2014-086, el 22 de julio de 2014.
     En Asamblea Ordinaria de Socios realizada el jueves 20 de febrero de 2014, el señor General JOSÉ GALLARDO ROMÁN, fue elegido por unanimidad, PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD BOLIVARIANA DEL ECUADOR, para el período 2014-2016.

domingo, 19 de abril de 2015

El horror lógico de "1984"


«Desde El proceso de Kafka ninguna obra fantástica ha alcanzado el horror lógico de 1984»

Esta es la crítica que ha hecho Arthur Koestler a una de las más increíbles novelas de George Orwell. 1984 es una novela ambientada en un Londres lúgubre, el cual está siendo asfixiado por la Policía del Pensamiento. El protagonista Winston Smith, muestra un perverso sistema que lo controla todo, incluyendo el pensamiento. Smith es un peón de este ajedrez perverso, su trabajo consiste en cambiar los hechos pasados a favor del Partido y sus intereses, hasta que él decide replantear y cuestionar al sistema que los gobierna y somete.
     Cada ciudadano está determinado a seguir las leyes  y doctrinas de un Partido supremo el cual se lo conoce como «El Gran Hermano». El Partido incluso determina los sucesos que considera verídicos y el gobierno busca que sus ciudadanos no contradigan a lo que el Gran Hermano determina como “la auténtica verdad”.
      En una sociedad caóticamente parecida a la nuestra, 1984, muestra los horrores del totalitarismo.     La nuevalengua era el idioma oficial de Oceanía y debía convertirse en el único medio de comunicación, fue creado con el fin de satisfacer el Socing (socialismo inglés). Sin embargo en 1984 nadie utilizó este lenguaje como el único medio de transmitir mensajes, ni orales ni escritos. En dicho año, estaba encarnada la novena y décima edición del Diccionario de la nuevalengua, sin embargo tenía palabras superfluas y otras que carecían de sentido y debían ser eliminadas más tarde.
     George Orwell, cuyo nombre real era Eric Arthur Balir, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari, India. Fue una de las mentes más lúcidas del siglo XX: fue estudiante en Eton, fue parte de la Policía Imperial Británica en Birmania, fue lavaplatos en París y librero en Londres. Además miliciano del POUM y corresponsal de la BBC. Era editor literario y columnista. 1984  fue el último libro que escribió Orwell. Tras su aparición en 1949, había ya publicado otros doce, entre ellos el aclamado Rebelión en la granja. Sus palabras se lanzaron contra regímenes absolutistas de la época, como el Tercer Reich alemán, la Rusia estalinista, la Italia fascista y la China comunista.
     Hablar de una forma de un gobierno totalitarista no es para nada ajeno, aún más es increíble el hecho de como las administraciones nos venden su idea a través de slogans, el caso del Hermano Mayor no es una excepción, ya que bajo su lema:

LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA

los individuos se mantienen al margen y atribuyen todo lo bueno al Partido.
     Otras novelas junto a 1984, tales como: Un mundo feliz de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, la Naranja mecánica  de Anthony Burgess y El fugitivo de Stephen King, manejan una temática en la cual demuestran los horrores de un poder absoluto e incuestionable que busca que los pueblos se sometan a él.
     Sin lugar a dudas, la temática que emplea 1984 es difícilmente superable, pues la maestría de Orwell, lo ha hecho el creador de novelas de lectura imprescindible. 




lunes, 16 de marzo de 2015

La literatura se enseña con el corazón




El Taller Literario “Plumas Juveniles”, nació con la idea de fomentar un espacio de lectura para los jóvenes, y de esta manera poder crear un vínculo más fuerte con los libros. Recuerdo que en el tiempo de escuela secundaria, no había mucha “opción” de que cada persona pueda elegir que leer. Esto me incomodaba un poco y debido a ello, empecé a pensar en alguna solución para que la lectura sea libre y que cada uno (bajo un criterio propio), elija el libro que desee.
     Sólo vienen a mi mente algunos títulos que leí durante la preparatoria, entre ellos estaban: El señor de las moscas de William Golding, 1984 de George Orwell, La naranja mecánica de Anthony Burgess, El club de la pelea de Chuck Palahniuck y Ensayo sobre la ceguera de José Saramago. Debo ser sincero al decir que tenía poco interés en leer estos libros, ya que invertía mi tiempo leyendo obras de terror y misterio. En su lugar, me hubiese encantado estudiar a autores como: Edgar Allan Poe, Shirley Jackson, H.G. Wells, Arthur Conan Doyle, Thomas Harris o Michael Connelly. El espacio que creaba para nutrirme de este tipo de historias, me llevó a crear las mías propias. Ingenuamente pensaba que era la única persona que se había alejado de las tareas escolares y reemplazado los libros obligatorios por las lecturas de gusto propio.
     Tras haber seguido talleres literarios, la situación no había cambiado. Siempre el maestro o «instructor», tendía a imponer la lectura que para su criterio se debía leer. Esto provocaba que la gente no se interese por leer y que se aleje cada vez más de los libros. Desde el momento en cual la Casa de la Cultura Ecuatoriana me abrió un espacio para dirigir allí mis propios talleres, practiqué una manera distinta de enseñanza en el campo de la literatura.
En el momento que escribí mi primer libro de ficción titulado Suspenso en Letras, encontré que mucha gente se había dedicado a leer obras de misterio, pero muy pocos habían estudiado este tipo de novelas en los colegios o universidades y no encontraban espacios para poder conversar sobre ellas. En realidad muchos veían a la lectura como obligación y no como hábito.
    La idea de recibir clases de literatura incluso en los días sábados, quizá no nos suene muy atractiva, pero en mi caso he sido afortunado porque cuando los alumnos reciben clases, lo complejo es hacerlos salir. Esto no es un acto de magia, pues no utilizo poderes de hechicería para hacer que jóvenes (y adultos), se interesen por leer. Es lógico entender que no todos los maestros poseen el tiempo para que cada alumno tenga la potestad para elegir que libros estudiar, pero no se pierde nada con intentar. Me he encontrado con chicos que no saben que gustos literarios tienen, en ese caso hay que descubrir el interés en un género o tema que podría ser de su agrado.
     Dejando que cada persona por su curiosidad descubra que libros leer, es muy enriquecedor, ya que al conversar y analizar dichas obras, nuestro apetito por  la lectura se hace más omnívoro. Descubrimos otros temas que nos podrían interesar y comprenderlos con mayor profundidad, sólo existe la idea de enseñar de forma distinta. La literatura debe enseñarse con pasión, es decir debe transmitirse desde el corazón.       
  

            

jueves, 29 de enero de 2015

El auge literario: La novela negra, de terror y los "thrillers" un género deseado por los lectores

   

    
Durante muchos años, las novelas de terror y misterio, han sido una de las más apetecidas por los lectores (en especial jóvenes y adolescentes), quienes encuentran un gran placer al leerlas. ¿Pero qué es lo que hace tan especial a este tipo de novelas? La trama, el suspenso, los personajes y el ambiente emotivo, son sólo algunos de los aspectos que  poseen la literatura de terror y la novela negra, además de los famosos thirllers que desde siempre han sido los favoritos. Libros como "El Exorcista", "Carrie", "El padrino", "Parque Jurásico", "Tiempo de Matar", entre otras novelas, han constituido un deleite de lectura llena de personajes sorprendentes y tramas alucinantes. ¿Quién no ha de recordar al increíble Marlon Brando  actuando en el papel de Vito Corleone? ¿O al inmortal Sean Connery en el papel del agente 007? La mayoría de espías, de detectives o de villanos de la literatura, es lo hacen que estos libros posean los elementos necesarios y las características adecuadas para poder envolver al lector en un mundo increíble.

     La mayoría de estas novelas antes mencionadas, han sido "superventas" o "bestsellers" y han sido verdaderos clásicos del género, ya que los lectores no nos cansaremos de continuar leyendo historias de fantasmas (La caída de la casa Usher), de asesinos seriales (El silencio de los inocentes), de mafias organizadas (El padrino), de abogados brillantes (Tiempo de Matar) o incluso animales prehistóricos que regresan a la vida ( Parque Jurásico). Para deleitarse con una de estas obras, basta tener los nervios de acero y dejarnos atrapar desde le inicio de alguna de estas historias.  

martes, 4 de noviembre de 2014

La nueva generación de escritores del "Taller Plumas juveniles"

Los Talleres Literarios "Plumas juveniles", a cargo del escritor Diego Montalvo, ya han dado los primeros frutos. La nueva generación de jóvenes escritores sigue creciendo y estos cursos han tenido mucha acogida. La primera promoción culminó su primera fase el pasado jueves 30 de octubre de 2014. El acto de entrega de certificados, fue realizado en el aula Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Esto es sin duda un gran mérito para la literatura juvenil. La campaña de más jóvenes lectores se han difundido, se espera que cada vez, más personas se involucren en el campo literario, hay que saber leer y así descubrir los talentos escondidos que muchas personas poseen. 

Leer debe convertirse en un hábito y muchas entidades tales como La Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Fundación Fidal a cargo de la Dra. Rosalía Arteaga Serrano, el Grupo Editorial Norma (y posteriormente) el Ministerio de Cultura y Patrimonio, han aportado para que este objetivo se cumpla.